¡Enfócate!

¡Enfócate! Estamos en el capitulo #4 y aproximándonos a la mitad del libro ¡YEAH!

     Es increíble con frecuencia nos distraemos fácilmente. No importa si tus ojos están prestando atención al emisor de un mensaje nuestra mente puede divagar por otros planetas y hacer otros planes, pregúntale a un estudiante (somos brillantes atendiendo físicamente pero muchas veces nuestra mente no está allí).  A todas nos pasa a diario, nos desenfocamos de la meta; cualquiera que sea. Mi desenfoque más común es “tengo un trabajo para la próxima semana…mmm…mejor lo hago mañana” pero ¿adivina qué? Pasa el día sale el sol nuevamente y vuelvo a decir lo mismo.

¿En qué área estas desenfocada? ¿Qué te esta distrayendo hoy?

Cada vez que te encuentres diciéndote a ti misma “mejor después” o  “lo hago mañana” di en voz alta “¡Concéntrate!”

-         TE RETO -

     Holly nos comparte que todo aquello que lograremos en la vida está sujeto a nuestro presente.  Podemos soñar y hasta planear el futuro, también ir al pasado aprender en el  y recordarlo con cariño, pero solo controlamos el presente. Holly también comenta que es lamentable que muy poco vivamos realmente en el presente. Nos preocupamos más por lo que hicimos en el pasado o lo que haremos en el futuro y descuidamos el presente. ESO CHICAS SE LLAMA DESENFOQUE. Tenemos que vivir un día a la vez.

¿Cómo estas usando tu presente?

“Una persona enfocada en el presente ejercita el hoy” dice Holly.

     No podemos dejar que las batallas de nuestro diario vivir nos desenfoquen, no perdamos de vita la meta. Tenemos que decirnos a nosotras mismas ¡CONSENTRATE! ¡ENFOCATE! Recuerda que somos guerreras y como guerreras para ganar una batalla no podemos perder el enfoque.  Debemos por obligación estar enfocadas en la meta, de otro modo no alcanzaremos a la victoria.

“Hay muchas cosas <<buensa>> que podríamos ser capaces de hacer, pero con frecuencia lo <<bueno>> es el enemigo de lo <<mejor>>.”  - Holly

     No nos conformemos con el mínimo cuando sabemos que podemos dar más. Como guerreras también se nos requerirá dar la milla extra en algún momento y hacer sacrificios para poder llegar a alcanzar la victoria. No nos enfoquemos en el desafío, en lo que queda ni en lo que ya paso, enfócate en la meta, ENFOCATE HACIA LO QUE VAS.

¿Cuál es tu meta?

Nunca olvides lo que Dios ya ha hecho en tu vida y no dudes en las capacidades que El ya te otorgó.  Somos más que vencedores por medio de Dios; él que nos amo.

¡ENFOCATE EN EL!

Más que vencedores

 Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. 

Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 

A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los *justificó; y a los que justificó, también los glorificó. 

¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? 

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?

 ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso *resucitó, y está a la *derecha de Dios e intercede por nosotros.

 ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?

-         Romanos 8: 28-35

dale click para ver el vídeo: Video de Francesca Batistelli 

¡Princesas!

Queremos hacer un espacio en el blog para compartir testimonios, tu experiencia con el libro y temas que te impactaron y ¿Por qué? Así que escríbenos un ‘e-mail’ a p.hijasdelrey@gmail.com para que compartas con otras chicas tus experiencias. ¡Dios las bendiga!

Capítulo #3 ‘Chicas Guerreras’ de Holly Wagner

Chicas, discúlpenme por ‘postear’ la discusión del capítulo tres un poco tarde, usualmente lo tengo listo en el blog por la mañana, pero este fin de semana tuve algunos percances. Pero ¡ya está! Espero que sea de bendición. Sigan leyendo.

Capítulo #3

‘Chicas Guerreras’ de Holly Wagner

¡Recapitulemos! En el primer capítulo aprendimos que para ser guerreras el primer paso es reconocer que somos bellas. En el segundo capítulo, Holly nos anima a no tomar las pruebas o dificultades a lo personal, con esto nos da el segundo paso para ser una guerrera; Levantarse desde el interior y resplandecer en el exterior.

Ahora en el tercer capítulo Holly nos trae algo muy similar al capítulo anterior. Ya sabemos que nos tenemos que LEVANTAR Y RESPLANDECER, pero ahora tenemos que aprender a quedarnos aunque sea más sencillo y lógico salir corriendo.

El capítulo comienza con el testimonio de mujeres que marcaron la historia por mantenerse en su puesto, por perseverar (No voy a entrar en detalles sobre ellas porque me interesa que lo lean del libro ;) pero si les voy a decir que fueron mujeres fascinantes). De hecho la misma Holly nos relata una historia en el que fue necesario que ella perseverara.

¿Por qué perseverar? ¿Por qué mantener un puesto?

Todas tenemos razones y motivaciones diferentes, pero como guerreras se nos requerirá quedarnos, mantener nuestro puesto y perseverar. Tenemos que pelear hasta el final de la batalla, sino de que habrá valido el esfuerzo, que habremos logrado si nos rendimos al final.  “Fuimos enviadas para terminar”.

Holly nos habla un poco de cuáles son sus puestos como mujer:


·       Esposa
·       Madre
·       Amiga
·       Maestra
·       Y el puesto principal CREYENTE

Estos son algunos de los puestos que tiene Holly y muchas pueden identificarse con estos, porque como mujeres en algún momento son toda pasar por ellos, estos son puestos para toda la vida.

Empecemos con el puesto de esposa, no soy casada así que permítanme darle un giro al puesto y agregar algunos detalles que no están en el libro. Holly nos advierte que el matrimonio no es para débiles ni apocados, que requerirá que cambiemos y que demos la milla extra para hacerlo funcionar, demandara que aprendamos y nos adaptemos y que a veces podría llegar a tener sus momentos aburridos pero que está en nosotras salir de ahí y hacerlo divertido otra vez.

¿Sabes qué? No importa si eres casada o no, esto también nos aplica. Ya estamos en una relación, con Dios. Nuestra relación con Dios en algunos aspectos es como el matrimonio, requerirá que cambiemos, que le entreguemos nuestros corazones, que demos la milla extra, demandara que aprendamos y nos adaptemos, a veces nuestra relación con Dios puede tornarse aburrida (y también desesperante, cuando Dios guarda silencio), pero está en nosotras  tener un corazón correcto para hacer que la relación vuelva al primer amor.

Las dos cosas más importantes  en nuestra relación con Dios son:

(Además que sacar tiempo para Él)

•    ·       Sonreír aunque estemos en medio de la dificultad. “Los sentimientos de felicidad casi siempre les siguen a los actos de felicidad.”
•    ·       Escucharlo.  A veces nos enfocamos en pedir, pedir, pedir y hablamos de más, le pedimos que nos hable pero no sabemos escuchar.

¿Cuáles son tus puestos?

El apóstol Pablo es uno de los ejemplo, de la biblia, de lo que es mantenerse en su puesto.

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.”

-         2 Timoteo 4:7

“Del mismo modo que Pablo, tú y yo tendremos muchas oportunidades de rendirnos. Nos atraerán muchas distracciones. Muchos senderos que nos alejan de nuestro puesto.”

Pero el máximo y perfecto ejemplo relatado en el biblia de lo que es perseverar, y mantener se en su puesto es Jesús, que murió por nuestra causa. ¿Cuál fue su motivación? ¡Tú y yo!

Dios se mantuvo en su puesto y persevero hasta cumplir su propósito porque nos vio en su futuro. Nosotras,  Él se mantuvo…por nosotras.

¿Qué puesto te ha sido asignado?

¿Te has visto tentada a abandonar tus puestos?

“Por nuestra parte, a nadie damos motivo alguno de tropiezo, para que no se desacredite nuestro servicio. Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias; en azotes, cárceles y tumultos; en trabajos pesados, desvelos y hambre. Servimos con pureza, conocimiento, constancia y bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero; con palabras de verdad y con el poder de Dios; con armas de justicia, tanto ofensivas como defensivas; por honra y por deshonra, por mala y por buena fama; veraces, pero tenidos por engañadores; conocidos, pero tenidos por desconocidos; como moribundos, pero aún con vida; golpeados, pero no muertos; aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo.”

-         2 Corintios 6:3-10